Muerte de la luz.

George R. R. Martin, es mundialmente conocido por su saga "Canción de hielo y fuego" eso ya es de sobra sabido por todos, pero hoy vengo a hablaros de otra faceta menos conocida del autor que espero  os resulte también de interés. Sus incursiones en el género de la Ciencia ficción.

Y tanto es así que la que fuera su "opera prima" se desarrolló en esta ambientación y se ha convertido en una obra de culto entre los seguidores del género. Publicada por primera vez en 1977, en "Muerte de la luz", Martin crea un universo amplio y grandioso pero opresivo a la vez por lo desolador de sus parajes.

Hoy en día podemos encontrar esta obra publicada por la editorial Gigamesh  que acaba de sacar al mercado su ya 6ª edición.

Worlon, el planeta que otrora albergó un importante festival de culturas  para cuyo fin fue edificado y acondicionado, baga ahora errante por el universo, alejándose de su estrella más cercana y abocándose inexorablemente a su triste final. Hacia él se encamina Dirk T'larien, tras recibir "la joya susurrante" un presente en forma de piedra que mutuamente se regalaron él y Gwen Delvano la que antaño fuera su amada , bajo la promesa de que si algún día  uno necesitara del otro le enviaría la piedra a modo de mensaje. Dirk se encamina esperanzado a su encuentro pensando en la posibilidad de recuperar el amor de Gwen pero al llegar a Worlon la encuentra unida por jade-y-plata a Jann Vikary y a su teyn Garse Janacek una unión prácticamente indestructible según el código social y de honor de la cultura "Kavalar" a la cual pertenece Jann.

En el decadente planeta cohabitan un puñado de habitantes de varias culturas muy diferentes entre sí, entre  las cuales la Kavalar es: dominante, xenófoba, conservadora y agresiva. Todas estas cualidades y situaciones socio-culturales a primera vista poco determinantes serán decisivas para la comprensión, trama y desenlace de la historia.

La primera parte del libro, para mí ha sido una puesta en escena, una antesala de todo lo que estaba por venir en la segunda parte, en esta asistiremos a una trepidante aventura, en la cual padeceremos y sufriremos por la suerte de los protagonistas y en la que Martin nos trastocará los esquemas en varias ocasiones haciéndonos dudar de realmente cuales son "los buenos" y cuales "los malos" de la historia. 

En mi opinión la moraleja, si le puede llamar así, es tan simple como la consabida coletilla de que "ni los buenos son tan buenos ni los malos son tan malos" y nos hace ver que semejante obviedad se podría aplicar a cualquiera de los mundos que existieran en el universo, debido a que todos nos movemos según nuestras creencias, circunstancias y escala de valores ya sean personales o culturales. 

El libro me ha gustado, ya que me gustan las historias que te hacen pensar y reflexionar al terminarlas y que llevan un mensaje escondido en sus páginas. Además en cierta manera es una clara alegoría al mito  romántico entre Lancelot y Ginebra, un amor prohibido y apasionado que sume en la confusión a sus protagonistas. 

Otro punto más a su favor son todas las sorpresas y giros argumentales que esperan al lector en el último tramo de la historia. 

Y en contra debo decir que me ha fallado un poco el final. Lo calificaría de difuso y poco concluyente, creo que los lectores después de haber seguido las andanzas de los personajes con el corazón en un puño, como ocurre a lo largo de buena parte de la historia, merecíamos un final mas conciso y contundente. Así que en éste caso podríamos aplicar aquello de que vale más el camino recorrido que la llegada.

Lo que está claro es que si sois amantes del género creo que en "Muerte de la luz" tenéis una apuesta segura. Si os animáis a leerlo espero que lo disfrutéis enormemente.

 Aquí os dejo una imagen de la anterior portada publicada por Gigamesh.

Gracias a la editorial por el envío del ejemplar.

Mi puntuación es: 7

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