Todos mis libros: El murmullo de las abejas.

Erase una vez una saga familiar de terratenientes mexicanos y un niño rodeado de abejas. Con estos elementos Sofia Segovia ha creado una historia de amor por la tierra y del poder de la complicidad entre los seres humanos.Una mañana cualquiera un hombre de avanzada edad toma un taxi en la ciudad de Monterrey rumbo a Linares, su ciudad natal. El viaje solo llevara unas horas, pero el viejo habla y no para, como si delante de el se desplegara todo su pasado. Así, el taxista y los lectores vamos a conocer la historia de una familia mexicana de terratenientes, los Morales Cortes, desde el principio del siglo XX hasta hoy.De repente, en el fluir de las palabras, asoma el rostro amigo de un niño sabio que no puede hablar, pero oye lo que otros no saben o no quieren oir, y anda rodeado de abejas. Ellas son sus aliadas y las que sabrán guardar los secretos del caserón de Linares, un lugar donde viven mujeres hermosas y tercas y las naranjas tienen un sabor especial. Incluso la muerte es distinta en Linares, y el hombre lo sabe. Por eso viaja, habla, recuerda...El murmullo de las abejas nos lleva a un mundo donde casi todo es posible si aceptamos que el cuerpo tiene mas de cinco sentidos. Sofia Segovia nos invita a aguzar la vista, a estar atentos, para oler el aire, ver mas allá de lo aparente y llegar a comprender lo que de verdad importa.

Hoy os traigo una lectura agridulce, como bien evoca su propia portada, en la que recorreremos la vida de varias generaciones de la familia Morales aunque centrándonos más en las vivencias de una de ellas, especialmente en las de Francisco, sus padres, hermanas y Simonopio, un niño abandonado y muy especial, rescatado por la nana Reja de recién nacido y que entra a formar parte de la familia como un hijo y hermano más.
Simonopio padece una malformación de nacimiento (se deduce que labio leporino) y provoca el rechazo de algunos, menos mal que los menos, como por ejemplo algún empleado de la casa, al acogerse a viejas supersticiones y considerar, como ellos llaman, que "está besado por el diablo".

Pero esta no es la única peculiaridad de Simonopio, también posee una especie de sexto sentido o poder extrasensorial, muy vinculado y propiciado (bajo mi punto de vista, y en base a algunos pasajes que se nos cuentan en la historia) por una especie de comunión con la madre naturaleza que le hace poder adelantarse a hechos y sucesos trascendentales que pueden afectar y perjudicar en grado sumo a sus seres queridos y su familia, además de algún que otro detalle más proveniente de su don. De este modo, en más de una ocasión les libra de un terrible destino.
Todo el mundo es consciente, en mayor o menor medida, del don de Simonopio y lo aceptan y respetan en silencio. Sobre todo Beatriz, la señora de la casa, que lo aprecia como a un hijo y sabe que le debe más un favor a este respecto, aunque ni ella misma comprende bien lo que sucede.

Os estoy hablando mucho de Simonopio porque es el personaje, creo, más interesante, peculiar y trascendental de la trama; pero la novela es mucho más, toda la historia está plagada de personajes muy interesantes:
Beatriz, como por ejemplo os comentaba, es una mujer de gran entereza, clase, saber estar y bondad, Simonopio es un personaje realmente inolvidable, Francisco niño, el pequeño de la familia, es también un protagonista brutal, que desempeña gran parte de la trama y propicia el desenlace final y la mayoría de las situaciones trascendentales, junto a Simonopio, desde casi el principio hasta el conmovedor final que nos espera, sus hermanas, las nanas, sobre todo la nana Reja que es super especial también, los empleados del servicio, los amigos y vecinos de la familia, incluso la incursión en la trama de algunos de los antepasados de la familia... En fin, todos ellos conforman un elenco inolvidable, con algún que otro malo realmente despreciable que provoca odio y pena a la vez.
Un mosaico de personajes, sentimientos y sensaciones perfectamente dibujados.

Todo ello sobre el telón de fondo de una época convulsa que se desarrolla a finales del siglo XIX y principios del XX, con la revolución mexicana de por medio y la terrible epidemia de influenza española que diezmó a gran parte de la población. En este espacio de tiempo es en el cual se desarrolla toda la acción pero deberemos dar, al final de la novela, un salto hasta nuestros días para darla por concluida.

Un libro con toques históricos, pero sobre todo un gran reflejo familiar y de la época, con matices de realismo mágico que me ha recordado mucho a las mejores historias de Isabel Allende.