Ana, la de Tejas Verdes.

Poco se imaginaban Matthew y Marilla Cuthvert, dos hermanos solterones que viven en su casa conocida como "Tejas verdes", de qué manera iba a cambiar sus vidas Ana Shirley, la pequeña huerfanita que les envían por error para que la adopten.

En un principio Marilla se siente indecisa y no quiere quedarse con Ana, pues en realidad necesitaban un muchacho que les ayudara en las labores del campo y la granja. Pero pronto la pequeña se gana su corazón a fuerza de sinceridad y carisma, por no hablar de Mathew, al que tiene ganado desde el minuto uno, ya que gracias a ella logra ir desconchando poco a poco esa terrible timidez que lo aísla de todo y todos los que le rodean.

Leer este clásico es una delicia. Ana es vivaracha, inteligente, ingenua, con un gran corazón y sobre todo con una imaginación sin limites, lo cual le ha ayudado hasta el momento a sobrellevar su triste existencia.

La historia está ambientada a principios del siglo XX  en la Isla del Príncipe Eduardo (Canadá), los parajes que nos narra L. M. Montgomery son realmente bellas e inolvidables estampas que quedarán
fijadas en nuestra retina para siempre y conocer a Ana es toda una aventura. Los que gustamos de las historias escritas somos en general gente imaginativa por lo cual nos sentiremos bastante identificados con nuestra pequeña protagonista.

Viviremos mil aventuras llevados de su mano y la acompañaremos en su crecimiento hasta ir acercándose a la adolescencia y convirtiéndose en una preciosa señorita. Los cambios de carácter y personalidad típicos en este proceso también quedan muy coherentemente reflejados en la historia. Por lo tanto puedo decir que me ha parecido un clásico indispensable, dotado de una pluma exquisita y un estilo magistral que deja vislumbrar una gran madurez narrativa por parte de la autora, a través y pese, a las infantiles ocurrencias de Ana.

La edición que nos ofrece "Toromítico" recuperando este maravilloso clásico y poniéndolo al alcance de nuestras manos es una joya, incluye un montón de ilustraciones a todo color además de fotografías cómo por ejemplo varios retratos de Evelyn Nesbit, modelo de la época nacida en 1884, que sirvió como inspiración a L. M. Montgomery para construir el personaje de Ana, curiosamente la modelo obtuvo bastante notoriedad en Estados Unidos, cosa que Montgomery nunca llegó a conocer.

Al igual que este ejemplo que os traigo, el libro consta de muchas anécdotas más y curiosidades, tanto de la vida y obra de la autora, como de la opinión que les merecía el personaje de Ana Shirley a autores de la talla de Mark Twain etc. Por todo ello me reitero en que es una gran edición que nos da a conocer muchos detalles más allá de lo que es la obra en sí.

Gracias a la editorial "Toromítico" por el envío del ejemplar.

Mi puntuación es: 8.5

Quizás también te interese...