Entre los muros de Crickley Hall.

Para dejar atrás la devastadora desgracia que han sufrido, Gabe, Eve y sus dos hijas dejan Londres y se instalan en Crickley Hall, una casona encaramada en un barranco, a merced del viento y la lluvia.

Durante la primera noche todos oyen crujidos y pisadas que provienen de la buhardilla vacía, y ven misteriosas figuras que se recortan contra la escasa luz que se filtra por las ventanas. Pero Gabe cree que todo se debe a la fragilidad emocional en que está sumida su familia. Sobre todo Eve, incapaz de superar el sentimiento de culpa por haber perdido de vista a su hijo Cam en el parque. Fueron apenas cinco minutos, pero desde entonces nadie ha vuelto a saber nada de él.

Al día siguiente, cuando se acercan al pueblo y hablan con la gente, se enteran de que Crickley Hall también está marcada por la tragedia. Por un suceso terrible que se remonta a los años de la Segunda Guerra Mundial, cuando la casa albergaba a un grupo de refugiados huérfanos que huían de las bombas. Durante una terrible noche de tormenta, esos críos perecieron ahogados en el sótano por la crecida de las aguas.

Cuando Gabe percibe que la inquietante atmósfera que se respira entre los muros de la casa ha empezado a afectar a sus hijas, decide que ha llegado el momento de mudarse. Pero Eve sigue aferrada a la idea de que Cam está vivo y no puede evitar relacionar su desaparición con el espantoso destino de esos niños abandonados en el sótano.

Eve está convencida de que para enterrar el presente debe desenterrar el pasado, hablar con los testigos, interrogar a los supervivientes y enfrentarse cueste lo que cueste a la perversidad y al terror que permanecen adheridos a los muros de Crickley Hall...

Comencé la lectura de éste libro con las expectativas muy altas, algo que ya sabéis que es tremendamente peligroso... Pero afortunadamente no me ha defraudado y estoy super contenta porque hacía mucho tiempo que no daba con un libro de esos que estas deseando tener un hueco para poder seguir leyendo (como siempre digo esos son los realmente buenos) y con "Crickley Hall" lo he conseguido. A parte de que como lectora ya lo necesitaba, tengo que añadir que en bastantes ocasiones a lo largo de su lectura me ha dado un poco de miedo. Sí, a mí, a la que siempre se está quejando de que quiere que los libros de terror le produzcan miedo y nunca lo consigue. Por lo tanto os podéis imaginar lo encantada que estoy con su lectura y lo mucho que he disfrutado. Además la ambientación en la típica mansión encantada puede parecer que ya está muy visto pero a mi me chifla. Imaginaos si es así, que no quería que se terminara el libro, pero bueno...

Lo que es el tema propiamente dicho de los espíritus etc, no tarda mucho en aparecer en forma de golpes y pisadas, yo pensé que como el libro es extenso, unas seiscientas y pico páginas, quizás tardaría más en entrar en materia, pero no, lo bueno empieza en seguida en cuanto llegan a la casa y esto es un punto bastante a su favor. Me ha gustado mucho el estilo del autor, James Herbert, pues nos describe todo perfectamente: caracteres de los personajes, escenarios, sucesos... pero de manera que no cansa para nada y puedes visualizar todo perfectamente sin apenas darte cuenta de las descripciones.

También quiero señalar que el autor a jugado bastante bien con los elementos atmosféricos, pues no deja de llover día tras día, como ocurrió en el pasado cuando sucedió la terrible inundación en la que se supone que perecieron los pobres niñitos huérfanos. Al principio esto me llamó la atención pero me di cuenta de que se estaba valiendo de esto, para de alguna manera subconsciente, unirnos a los hechos del pasado y además combinado con el pueblo más cercano a la mansión, que es bastante pequeño y deprimente, y algunos comentarios de las pocas personas que conocen en la población, crear aun más suspense y una atmósfera mas opresiva y deprimente.

Algunas cosas que me chirriaron un poco fue por ejemplo el hecho de que para superar la pérdida de su hijo y animar sobre todo a su esposa, nuestro protagonista, eligiera tan lúgubre mansión y entorno, para irse a vivir. Porque vamos, aquello provocaba depresión profunda nada más verlo. 

Y  también otros detalles, como el hecho de que misteriosamente la puerta que conduce al sótano, donde hay un peligroso pozo en el que es fácil caer, no deja de abrirse misteriosamente pese a que la cierran con llave. Yo en su situación hubiera corrido en ese mismo momento a la ferretería más cercana y hubiera comprado un pestillo, lo hubiera sacado de debajo de las piedras si hubiera hecho falta. Pues recordemos que la más pequeña de las hijas del matrimonio tan solo tiene cinco años y por muy buena y obediente que sea... 

Pues no, pasan varios días sin acabar de decidirse a ir a comprar el puñetero cerrojo. Total, que termina el libro y aun no lo han puesto. 

Detalles de este estilo son los que me parecieron poco creíbles y un poco peliculeros, pero claro, también comprendo perfectamente que así, de algún modo, dan más vidilla y padecimiento al lector. Porque de hecho si no hubieran elegido la mansión para vivir, ya de entrada no teníamos libro...

Por otro lado, lo que menos me ha gustado ha sido la tristeza que me ha producido algunos pasajes que rememoran los malos tratos a los que fueron sometidos los huérfanos, pero por suerte el autor no abunda demasiado en ello y se centra por supuesto mucho más en lo que es la parte misteriosa de la historia y no en la dramática. 

                                  

Por lo demás no puedo dejar de recomendaros fervientemente su lectura, he disfrutado muchísimo, no podía parar de leer, el último tercio o más del libro es totalmente absorbente y la acción pasa a ser trepidante. Los amantes del género creo que disfrutaréis mucho. El autor ha sido todo un descubrimiento para mí, tanto es así que he comprado otro de sus títulos aprovechando la feria del libro antiguo que se ha celebrado esto días en Valencia, "Los fantasmas de Sleath" me tropecé con él de casualidad en una de las casetas y no hubiera reparado en él de no ser porque ya estaba leyendo "Crickley Hall" y me estaba encantando, así que no dudé en hacerme con éste otro y así poder conocer más al autor.

Y no puedo terminar la reseña sin mostrar mi agradecimiento a Marisa de "Books & Co" y a Norah de "En el rincón de una cantina" pues gracias a sus reseñas y comentarios me decidí a hacerme con éste libro con el que tanto he disfrutado.

Mi puntuación es:

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