La princesa que creía en los cuentos de hadas.

Criada por un rey y una reina estrictos e inflexibles, la delicada Victoria crece soñando que algún día será rescatada por un príncipe encantador tal y como ocurre en los cuentos de hadas. Pero cuando es rescatada las cosas no suceden como tenía previsto y el príncipe deja de ser encantador y la princesa, siguiendo el conse jo de un sabio búho, emprende un emocionante viaje por el Camino de la Verdad, al final del cual descubrirá que los cuentos de hadas pueden hacerse realidad.Este relato maravilloso, en la línea de El Caballero de la armadura oxidada, simboliza el viaje que todos hacemos en la vida a medida que separamos la ilusión de la realidad y descubrimos qué somos en realidad y cómo funciona ese milagro cotidiano que es la vida. 

Aquí os traigo un libro que podríamos considerar de autoayuda. Que trata temas como la superación personal, el intentar aprender a tomar nuestras propias decisiones sin dejarnos influir por los que nos rodean o por los cánones establecidos, o a perder el miedo a la hora de seguir los caminos que realmente queremos o necesitamos.

Hasta aquí todo bien, de hecho el libro trata todos estos temas a través de las aventuras y desventuras de la princesa Victoria y su "especie de amiga invisible" Vicky, que no es otra cosa que la parte alocada, impulsiva y más visceral de su propia personalidad. 

Por lo tanto nos vamos adentrando en la historia y nos dejamos llevar por todas las reflexiones que la pueblan, eso sí, en forma de metáforas. 

Hasta que para mi, llegó un punto en la historia que me aburrió soberanamente, pues dejé de entender las metáforas y supuestos de tal manera, que todos me parecían párrafo tras párrafo y capitulo tras capítulo, que querían decir y dar a entender lo mismo. Por decirlo de alguna manera, me pareció que ya tenía "todo el pescao vendido". Pues con las enseñanzas de la primera parte del libro creo que el lector va servido lo suficiente como para captar el mensaje y/o la idea y no veía que la historia me estuviera aportando otras nuevas, era como rizar el rizo y abundar en lo mismo.

Así que lamentablemente abandoné su lectura porque pensé que poco más me podía aportar, creo que capté la idea principal y con eso me dí por satisfecha. Teniendo en cuenta, claro está, que no es una historia al uso y en la cual yo debiera esperar un desenlace concreto, si no más bien, como digo, una sucesión de reflexiones hiladas gracias al trasfondo del personaje de la princesa Victoria.

De todos modos, el que yo no haya terminado el libro no significa que no pueda agradar a cualquier lector y sacarle su provecho y moraleja. Si lo leéis espero vuestra opinión.

Un abrazo para tod@s como siempre.

Mi puntuación es:

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