No mires atrás.

La escapada anual de Jodie y sus amigas Hannah, Corrine y Louise no parece haber empezado con buen pie. Todo un año esperando a dejar por unos días a sus respectivas familias para que, a las primeras de cambio, un conductor las eche de la carretera; despues, el taxi y la grua se retrasan demasiado mientras ellas aguardan a la intemperie en la oscuridad; y para rematarlo, despues de que el ex policía Matt Wiseman las lleve por fin al pueblo, Jodie sufre un intento de acoso en un bar por parte del tipo menos recomendable del lugar. Así que no es de extrañar que cuando por fin llegan al coqueto granero rehabilitado en el que pasaran el fin semana, Jodie este de un humor de perros. Su desasosiego pronto se vera acrecentado por algo mas, algo que procede de la misma casa, tan alejada de la civilización, y cuyo peligro ella parece ser la única en percibir. Siendo joven, Jodie fue victima de una agresión, y desde entonces a menudo ha mostrado una actitud casi paranoica ante cualquier cosa que se salga de lo habitual, por lo que no es de extrañar que sus amigas no hagan mucho caso de sus recelos. Pero en esta ocasión Jodie tiene miedo, un miedo cerval. Sabe que las estan vigilando que, oculto y en silencio, alguien aguarda: un depredador que solo esta esperando la ocasión propicia para darles caza. 


Hoy os traigo un libro que es de estos últimos que he leído y no me han gustado nada.
Le encuentro pegas garrafales, voy a intentar explicarlas:

El libro comienza muy bien, con un ambiente lleno de suspense que llega a rozar el terror, pero tiene varias escenas seguidas que llegan a un momento de clímax, que me gustó mucho, pero que luego todo queda en nada. Osea, que después de tenerte, en dos o tres ocasiones, metida de lleno en una situación con muchísimo suspense y un poco terrorífica te hace lo que yo denomino un "coitus literatus interruptus" como un castillo. Pero ya digo, no una vez, no, encima varias.

A continuación, y después de esta sensación de timo que te ha dejado este comienzo, nuestras protagonistas llegan a la cabaña.  Y ya, desde aquí hasta el final, todo es como una especie de escena de peli de suspense mala de los sábados en la sobremesa, extendida y alargada hasta conseguir hacerla lo suficientemente larga como para sacar una novela.
Exprime y exprime la situación a la que se ven sometidas en la cabaña, (que no voy a revelar porque no se cuenta ni en la sinopsis) una y otra vez, alargándola y añadiendo pequeñas situaciones y detalles.
Esto hizo que se me hiciera treméndamente pesado, pues yo esperaba un desarrollo mayor y un poco de cambio de escenarios o que entraran más personajes en la historia.
Creo que la trama hubiera dado para un libro trepidante y cortito de ciento y pico de páginas, pero no para una novela de unas cuatrocientas.

Por otro lado, tampoco conseguí conectar demasiado con los personajes, ya que se nos dan unas breves pinceladas sobre lo que es su vida cotidiana fuera de los escenarios del libro y poco más.

También me pareció que la autora se recreaba mucho explicando pequeñas situaciones, que te quedaban claras en la primera frase, y que abundaba y continuaba explicando durante largos párrafos, o incluso páginas enteras, lo que me hizo ir saltando hojas, de vez en cuando, intentando volver al meollo de la cuestión.

Por todo esto, considero que la novela tiene una buena base y trama, pero mal trabajada y extendida innecesariamente.

Mi puntuación es: