De mal en peor.

Hoy os traigo una de las reseñas más importantes para mí hasta el momento, debido a la amistad que me une con el autor del libro. Pero ojo, esto no quiere decir que no vaya a ser objetiva, ya sabéis que siempre doy mi opinión y nunca me caso con nadie. Éste es uno de los pilares básicos sobre los que tengo configurada la política del blog, por decirlo de alguna manera, de hecho no lo concibo de otro modo.

Con este título tan pesimista, nos adentra, José Zamora Linares, por muchos de vosotros conocido como BookCyFeR, en la historia de Largent, un joven que ha recorrido los primeros años de su vida de miseria en miseria, aunque no siempre ha sido así.

Al comienzo de la historia, Largent, es un niño de padres daneses, que llegan a Estados Unidos en busca del sueño americano. Se establecen en una granja cercana a la ciudad de Charleston.
Cuando poco a poco, consiguen hacerse un hueco en una comunidad que recela ante los extranjeros, llega la primera catástrofe a sus vidas. Su casa, con todas sus pertenencias dentro desaparece pasto de la llamas. Bajo un incendio provocado, a priori, con el único fin de alejarlos de la comunidad.

Resignados, y sin apoyo de nadie, se trasladan a Nueva York para comenzar una nueva vida.
Largent, lleva una vida muy hogareña, quizá debido en parte, al rechazo y humillaciones que había sufrido tiempo atrás en Charleston por parte de los muchachos de su edad. Podríamos decir que observa la vida de los demás a través de la ventana de su habitación y con esto se conforma y es feliz. No tiene muchos más anhelos, tan solo vivir en paz en compañía de sus padres.
Pero esta vida apacible no durará demasiado, de nuevo la sombra de la tragedia se cernirá sobre la familia. Sus padres serán víctimas del crak del 29, perdiendo así todo cuanto poseían y que con tanto esfuerzo habían conseguido, ya que venían de superar una debacle de similares características. No es que fueran precisamente ricos, pero habían logrado rehacer su vida y vivir acomodadamente a base de trabajo y esfuerzo. Debido a este nuevo mazazo en sus vidas se suicidan, y Largent queda completamente solo en el mudo; en la calle, sin familia, amigos, ni nadie a quien acudir. Hasta que un día se cruza en su camino John, un misterioso hombre, a primera vista acomodado, que lo rescata de su mísera existencia y lo colma de lujos y atenciones. Largent no entiende a qué viene todo esto y qué es lo que se espera de él a cambio.

John, comparte una lujosa vivienda con dos amigos más Will y David.
Al lector se le da a entender que son homosexuales y en principio llegamos a pensar que lo único que desean de nuestro protagonista son favores sexuales, pero no, todo va mucho más allá. Y es que, el trío en cuestión, son asesinos a sueldo y pretenden hacer de Largent su pupilo. Éste se ve abocado a una espiral de violencia acompañando a sus "mentores" en todos sus "encargos".
En esta parte de la historia empatizamos con él y vivimos de primera mano los conflictos morales a los que se enfrenta. Pero no se ve capaz de huir y abandonarlos, pues es sabedor de lo que le espera en su vuelta a las calles: la más absoluta de las miserias, sin posibilidad siquiera de cubrir sus necesidades más básicas. No quiere volver a verse sin un mísero pedazo de pan que llevarse a la boca, ni volver a trasnochar en callejones inmundos, expuesto a una muerte segura o a las más variadas violaciones y vejaciones. Podríamos decir que se va dejando llevar en su nueva vida de opulencia.
Hasta que le exigen que entre en acción y lleve a cabo su primer asesinato por encargo.

Aquí comienza, en mi opinión, la mejor parte del libro, no voy a desvelar más porque el libro es cortito, algo más de 200 páginas, y si continuara con la sinopsis acabaría por destriparlo, solo os diré que su futura víctima llega a trabar una especie de amistad con Largent, haciéndole prácticamente imposible llevar a cabo su misión.

Destacaría del libro, sus muchas críticas a la sociedad y mensajes subliminales con los que nos encontramos. Como pueden ser: la crisis económica, las situaciones tan desesperadas en las que nos podemos ver inmersos y de qué manera podemos llegar a cambiar nuestros principios o escala de valores.
Lo que he dicho a veces: una persona es uno mismo y sus circunstancias.
También hay pequeños guiños respecto a temas tan actuales, y en algunas ocasiones controvertidos, como pueden ser la homosexualidad, las prácticas quirománticas y/o los poderes premonitorios de los que gozan algunas personas, las dificultades cotidianas a las que se tienen que enfrentar las personas con algún tipo de discapacidad, etc. Pero todos estos puntos los comprenderéis mejor, y sabréis de qué estoy hablando tras la lectura de la novela.

Otro punto que llamó mi atención, fue que la obra tiene cierto aire de relato, más que de novela al uso.
Se lo comenté a Jose, su autor, y me dijo que sí, que estaba en lo cierto y que en principio el libro pretendía ser un relato.

También quiero hacer mención a la ambientación, pues sabéis que es uno de los puntos más importantes para mí en un libro, no está excesivamente trabajada pero sí documentada lo justo y necesario para que te veas inmerso en el escenario de las primeras décadas del siglo XX.

Poco más puedo añadir, exceptuando que me ha resultado una lectura fácil, amena y que te provoca una gran cercanía para con su protagonista, debido al estilo con el que está narrada. Una vez terminada su lectura te queda la sensación de querer saber que más puede haber sido de la vida de Largent.
Al comentarle esto a Jose, me dijo que tenía planteado hacer una continuación, aunque de momento no sabe cuando, ni siquiera si algún día la llevará a cabo. Con esto no quiero decir que no tenga un final cerrado, pues sí es un libro autoconclusivo.

Mi puntuación es: 8