Huck Finn.

Coincidiendo con el 130 aniversario de la publicación deHuckleberry Finn, el clásico de Mark Twain, Impedimenta recupera la adaptación al cómic de una de las novelas fundacionales de la literatura norteamericana.

Publicada por la prestigiosa editorial Suhrkamp en Alemania, la acción se traslada de las orillas del Mississippi a la ciudad de Halle, en la antigua Alemania Oriental, bañada por el río Saale. Una fábula atemporal, divertida, brillantísima, que bajo el pincel de Olivia Vieweg alcanza cotas difícilmente superables.

Cambiando de escenarios y el perfil de algunos personajes de la historia, nos encontramos con Huck Finn, un muchacho al que la vida no ha tratado ni está tratando bien. 

Lo acompañaremos en innumerables aventuras en pos, quizá de una vida mejor, quizá de su propia identidad. Huyendo del infierno en el que se ha convertido su vida actual.

Esta novela gráfica es una adaptación diferente, sugerente, transgresora. No se puede abordar su lectura, a mi humilde modo de parecer, con ningún tipo de prejuicios, pues nos encontramos un Huck que guarda la esencia del clásico personaje pero es muy diferente a la vez. 

No os voy a poder desvelar muchos detalles porque es una historia que se lee en un suspiro pero sí quisiera destacar que lo que me ha transmitido ha sido el deseo de nuestro protagonista de huir hacia delante sin mirar atrás, de aferrarse a la esperanza con todas sus fuerzas, de que no le queda otra opción que resurgir de sus cenizas porque más hondo no puede caer. 

Y también es una historia de amistad, de arriesgar la poca esperanza que te queda en pos de otro ser que lo está pasando igual de mal que tú.

Por lo tanto, una obra sumamente original, tal vez superficial, a primera vista, por su estética pero repleta de valores.

Mi puntuación es: