24 de octubre de 2014

Una fuente junto al camino.

Cuando Irina llega al pueblo sola, vencida y sin esperanza, no imagina que se va a ver envuelta en la aventura de su vida. En ese lugar los paisajes y los muros esconden mucho más de lo que parece, y los secretos de siglos aún laten esperando a que alguien los saque a la luz. Un muchacho desesperado y lleno de problemas, un niño en blanco y negro, una antigua promesa aún incumplida y un gato callejero van echando abajo los prejuicios de alguien que pensaba que todo estaba perdido, demostrándole que, para empezar de nuevo, solamente hace falta pararse a admirar una fuente junto a un camino.

Tenía este librito hace tiempo en casa esperando turno. Había escuchado buenas opiniones sobre él, además es cortito. Entonces, os preguntaréis, ¿y por qué no lo comenzabas?. Pues porque ya sabéis la vena superficial que tengo, a veces, con mis lecturas, y la portada no me llamaba para nada, no me invitaba en absoluto a comenzar a leerlo ni despertaba mi curiosidad. 
De hecho, una vez leído, puedo decir que no le hace justicia, pues la acción se desarrolla en parajes muchísimo más evocadores que lo que muestra o insinúa la portada. Ya que la autora, Susana R. Miguelez, se ha inspirado en "Tuejar" un pueblecito de montaña de la provincia de Valencia, que conozco personalmente y es encantador. Aunque, repito, no se nos dice en ningún momento que se desarrollen allí los hechos, simplemente se nos comenta al inicio del libro que esta población es la que sirvió de inspiración.

En lo que al contenido y la lectura en sí se refiere, que al fin y al cabo es lo que nos interesa, el libro tienen un buen arranque. Conocemos a Irina, nuestra protagonista, que está pasando por un mal momento en su vida. Nos encontramos con un lenguaje, sencillo, directo y cuidado a la vez, que hace que nos deslicemos por sus páginas con gran fluidez. 
Empatizamos con la prota, nos ponemos en su piel, entendemos sus problemas y su situación. Y poco después, llega al pueblo... Esta parte es deliciosa, la ambientación está muy lograda. De hecho, en ocasiones, desearíamos, los que somos de asfalto, dejar atrás el bullicio de nuestra gran ciudad y acompañar a Irina en su casita del pueblo y pasearnos por los preciosos parajes de los alrededores. Esta parte de la trama nos produce gran placidez, paz y tranquilidad. Incluso podemos saborear junto a ella sus noches de sosiego junto al fuego con una taza de té y un buen libro. Con la compañía de "Okupa", una gatita callejera que adopta a Irina, más que Irina al animal.


Hasta aquí todo bien, pero de repente, la autora cambia de tercio y la historia toma otros derroteros. Otros derroteros que me chirriaron, intentaré explicar el porqué:
Conoce a Guillermo, un chico de unos treinta años y más joven que Irina, que si mal no recuerdo ronda los cuarenta y dos. Y se inicia entre ellos una pequeña historia de amor que poco a poco va a más. Son dos almas dañadas que se encuentran y que se buscan con timidez por miedo a un nuevo desengaño o aun posterior rechazo cuando la relación esté más avanzada. 
La postura de Irina, la comprendemos perfectamente, ya que viene de una relación en la que ha sufrido mucho, pero la de Guillermo..., la de Guillermo es una historia rockambolesca, que no me ha cuadrado para nada. Es víctima de una fobia, un trauma que le impide llevar su vida con normalidad y por eso se ha aislado en el pueblecito siendo un chico de ciudad e universitario, pero no desvelo más al respecto porque si no destripo la trama.

Pues bien, como decía, esta parte no me ha gustado, porque el trauma de Guillermo no me ha resultado creíble para nada, y más siendo que está mezclado con fenómenos un tanto paranormales. Y también por lo que he dicho antes: la historia se estaba deslizando con gran fluidez tomando el camino de las vivencias personales de Irina y de repente me meten ahí un tema tipo "Cuarto milenio" que no me pegaba ni con cola. Además, Guillermo me pareció un niñato con la edad que tiene y un poco pusilánime en algunas ocasiones. Así que este personaje no me gustó. 
Al contrario que Irina, con la salvedad de que esta, a veces, en algunos diálogos, se expresa un poco pedantemente. No utiliza un lenguaje coloquial, si no una manera de hablar que no me resultó creíble para una mujer de cuarenta años, más bien me hubiera pegado en una de sesenta para arriba.

Por lo tanto lo que quiero decir, que me voy por los cerros de Úbeda, es que no quedan bien enlazados, la parte de la trama en la que se nos cuenta la historia de Irina, ya que es totalmente "terrenal" por llamarlo de alguna manera, y luego se nos intenta pegar con "Superglu" el tema de Guillermo, cuando se encuentra con él y lo conoce, ya que su historia tiene todos los tintes de misterio paranormal. Esto no lo entendí bien, pienso que son como dos personajes cuyas historias merecen libros distintos con tramas distintas. Porque así unidos, los dos temas, repito que no pegan..., no sé si me explico.


Dejando atrás estas pegas que he encontrado, el libro es muy entretenido, la ambientación y los personajes nos van a caer bien, salvo Guillermo en mi caso, y vamos a encontrar una historia dulce, tierna, repleta de misterio y con leyenda popular incluida.

El final es bonito, aunque demasiado dulzón, pero no me quejo porque a mi no me gustan los finales tristes.

En definitiva, un libro muy agradable de leer, que tienes sus pegas, que ya os he comentado, pero que me ha gustado en lineas generales, ya que estaba deseando tener un hueco para seguir con su lectura porque me encantaba la compañía de Irina, "Okupa", su casita y su pueblo. Sin duda me quedo con estos cuatro elementos. Son lo mejor de la novela.


Mi puntuación es:






10 comentarios:

  1. Pues me apetece mucho esta lectura, perderme por el pueblo con Irina y Okupa :)
    Besos!

    ResponderEliminar
  2. Hola guapa!!

    Creo que este libro puede estar bastante bien, pero me va un poco a ratos... a veces me apetece leerlo, y otras no XD Así que como no estoy muy segura, de momento tendrá que esperar ^^

    Un besote!!

    ResponderEliminar
  3. Pues no conocia el libro pero tampoco me llama demasiado... Por el momento lo dejo pasar. Gracias por la reseña :)
    Un beso!

    ResponderEliminar
  4. A mí me gustó mucho el libro. Es cierto tal vez lo que dices de Guillermo, pero yo me centré más en su historia y lo pasé por alto. No me molestó.

    Y como bien dices los principales personajes son Irina y el gato. :-)

    Un saludo.

    ResponderEliminar
  5. No me llama demasiado la atención... 1beso!

    ResponderEliminar
  6. Muy buena reseña... queda apuntado pero (como tú misma nos descubres sus contras) ,por ahora, lo dejaré pasar hasta que me quite esta torre de libros que me acompaña. Ahora, tu recomendación del Ritual la tengo muy presente... ese si lo estoy buscando¡¡¡ un besazo¡¡¡

    ResponderEliminar
  7. La portada a mí si me parece bonita. Una pena que una historia bien llevada llegue un momento que no resulte creíble, creo que es lo que le puede pasar a cualquier libro.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  8. No lo conocía. Esta vez no me llama la atención, cosa que agradezco con tanto pendiente.
    Besotes!!!

    ResponderEliminar
  9. Creo que lo dejo pasar, no me llama la atención =)

    Besotes

    ResponderEliminar
  10. Tengo mucho pendiente y no me atrae lo suficiente para hacerle un hueco.
    Besos,

    ResponderEliminar