Las muchachas de Sanfrediano.

Las chicas de Sanfrediano son unas chicas como otras cualquiera, con sus ilusiones, inquietudes y anhelos. Muy diferentes las unas de las otras de no ser, por el poderoso nexo en común que tienen todas ellas, incluso mucho más poderoso de lo que puedan llegar a imaginar. Y el cual, en algunos casos, incluso desconocen.

Dicho denominador común recibe el nombre de Aldo, comunmente conocido como "Bob"por su parecido con Robert Taylor.

Es lo que podríamos decir el típico picaflor, engreído, canalla, egocéntrico e irreverente, que juega y manipula con, y a cada una de las chicas. 

Estas por supuesto caen rendidas a sus pies, sabiéndose objeto de deseo de tan reputado galán. 

Esto para ellas es, al principio de la historia, un alago más que otra cosa, hasta que poco a poco van conociendo las verdaderas intenciones del susodicho y deciden darle un escarmiento. 

Pues a cada una de las muchachas les va diciendo que es la primera, la única, la preferida hasta el momento. Pero cuando ellas descubren que son un juguete más en su interminable colección; su amor idealizado e incondicional se torna indignación y desprecio. Aunque... ¿quizá en todos los casos?

Estamos ante una novela corta, con un estilo satírico e hilarante, una especie de "sainete" que nos presenta una obra ligera, para pasar un rato distraído y desconectar de lecturas más pesadas.

La acción se desarrolla en el barrio florentino de Sanfrediano, de ahí el título del libro y también el hecho de que rezume aire italiano por los cuatro costados, esto fue una de las cosas que más atrajo mi atención a la hora de interesarme por su lectura.

Sin duda, las muchachas de Sanfrediano nos arrancarán alguna que otra sonrisa por su inocencia combinada con su fuerza y desparpajo. A la vez que Bob, casi da pena más que otra cosa, pues es un personaje patético dentro de su desmedido narcisismo y egoísmo, pero más que odio o desprecio produce lástima, pues es un pobre diablo víctima de si mismo y de su inmenso egocentrismo.

Existe adaptación cinematográfica dirigida por Valerio Zurlini (1955).

Mi puntuación es: 6.5