Los renglones torcidos de dios.

Alice Gould es ingresada en un sanatorio mental. En su delirio, cree ser una investigadora privada a cargo de un equipo de detectives dedicados a esclarecer complicados casos. Según una carta de su médico particular, la realidad es otra: su paranoica obsesión es atentar contra la vida de su marido. La extrema inteligencia d e esta mujer y su actitud aparentemente normal confundirán a los médicos hasta el punto de no saber a ciencia cierta si Alice ha sido ingresada injustamente o en realidad padece un grave y peligroso trastorno psicológico.

La verdad es que tras la lectura de este libro me quedé un pelín despagada. Es una buena lectura que le recomendaría a cualquiera, lo que pasa es que llevaba las expectativas super altas desde hacía varios años, el tiempo que llevaba queriendo leerlo, y claro, ya sabemos que eso es terrible en algunas ocasiones. 

Me recordó muchísimo al momento en el que terminé El psicoanalista de John Katzenbach, ¿por qué? pues no sé la verdad, la trama no se parece en nada, pero tuve esa misma sensación: un libro sobre el que todo, absolutamente todo el mundo, habla maravillas y que a mi sí que me gustó pero no tanto como para echar cohetes. De hecho muchas novelas negras o de suspense me habían resultado mucho más entretenidas. 

Quizás la semejanza la encontré en que todo gira de una manera casi absoluta alrededor de un único protagonista, en ambos casos, y sus cabilaciones. Los secundarios parece que están a modo de adorno y comparsa, son interesantes sí, pero el protagonista les hace sombra a todos de una manera absoluta.

Por otro lado, lo mejor de la lectura es la manera en la que el autor nos lleva todo el tiempo a su terreno, nos tiene a su merced y nos hace creer en todo momento lo que él quiere que creamos. Pese a saber de qué va la novela y hacer tus propias elucubraciones, e ir preparado para no caer en sus trampas, al final logra hacerte caer. Por lo tanto en este aspecto es magistral.

Los secundarios, ya he dicho que permanecen bajo la sombra de nuestra prota todo el tiempo, pero aun así hay muchos muy, muy, interesantes.

Aun así, no sé que me faltó, pero esperaba un poco más.

De todos modos, siendo justa, es una novela que creo que a todo el mundo dejará satisfecho sea cual sea su género favorito, porque ante todo es curiosa y muy entretenida.

Mi puntuación es: