Hija de lobos.

Escocia, 1826. La isla de Rhum está siendo desalojada con el fin de dedicarla a la cría de ganado. Sin embargo, un erudito en los misterios de la ciencia llega para ocupar la única casa que hay en la isla, una mansión de rotundos muros, acompañado por su hija adolescente y su hijo pequeño, que padece una terrible enfermedad . Pero la presencia de los extranjeros parece haber despertado algo en la isla, algo antiguo y malvado que hasta entonces vivía sólo en las leyendas locales. La hija mayor, Sabine, deberá dejar atrás sus sueños de adolescente para enfrentarse a un mundo lleno de sombras y peligros, si quiere salvar su propia vida y la de su hermano...

El libro que hoy os traigo es una novela que, creo, no dejará indiferente a todo aquel que se adentre en sus paginas.

Además, antes que nada, y antes de que se me olvide, quiero destacar un aspecto que contiene, y que comento y señalo otras veces sobre otros libros y en otras reseñas y que creo que es algo de agradecer, y es que el libro ofrece lo que promete. Además, en esta ocasión, considero que especialmente y con creces. Ya que la sinopsis es más bien escueta y vamos a encontrar muchos más personajes y pasajes interesantes de los que, a priori, se vislumbran en ella.

La sinopsis, combinada con el título, promete misterio, aventuras, leyenda, mitología, licantropía y ambientación victoriana, que es una de mis debilidades. Pues sí, todo esto y mucho más vais a encontrar. ¿No suena realmente bien? 

Además, todo ello aderezado con toques de terror (en ocasiones un tanto escatológico), amor y parajes y construcciones un tanto lúgubres.

El desarrollo de la historia, considero que está bien conformado y estructurado. 

Comenzamos con nuestra protagonista, Sabine, enfrentándose a su nueva vida y hogar en la isla de Rhum, en una gran mansión un tanto inhóspita, rodeada de un elenco de personajes que me agradaron bastante. Gracias a todos ellos, se consigue que, en este tramo de la historia, la novela sea un tanto coral. Algo que, los que me leéis asiduamente sabéis que también me gusta mucho.

Hacía la mitad de la novela, vivimos un "impasse" en la trama; como un descanso y alto en el camino ante la tensión y misterio de las páginas precedentes. Pero este tramo dura poco y retomamos la acción con el último tercio de la novela, que se torna mucho más salvaje. Combinando elementos mitológicos con la naturaleza más esencial y ancestral.

Toda esta evolución me ha agradado bastante. Considero que es una trama voluble que se va, en cierto modo, transformando y cambiando hasta dejarnos satisfechos sobre cada uno de los temas y personajes que nos va ofreciendo. Conduciéndonos hacia un final correcto, adecuado y bien atado.

El estilo del autor "Víctor Conde", me ha gustado bastante. Me ha parecido que es bastante correcto y que te hace profundizar perfectamente en los pormenores de la trama, ambientación y personajes. Y, algo importante, también en el trasfondo que nos quiere transmitir en la novela, sobre todo al final, si lo leéis sabréis a qué me refiero.

Sin grandilocuencias ni páginas farragosas, en un estio muy fluido y accesible sea cual sea nuestro gusto literario.

Para terminar, debo destacar otro punto fuerte (como veis la lectura ha sido, más bien, una sucesión de ellos) y es el mensaje un tanto ecológico y a la vez metafísico que, creo, pretende dejarnos la novela. Y que considero que es su verdadera esencia.

Por lo tanto, si os gusta el terror, misterio y ambientaciones como las que os he comentado, os lo recomiendo, creo que no os defraudará.

Mi puntuación es:

7'5/10

Quizás también te interese...