Bajo la misma estrella.

A Hazel y a Gus les gustaría tener vidas más corrientes. Algunos dirían que no han nacido con estrella, que su mundo es injusto. Hazel y Gus son solo adolescentes, pero si algo les ha enseñado el cáncer que ambos padecen es que no hay tiempo para lamentaciones, porque, nos guste o no, solo existe el hoy y el ahora. Y por ello, con la intención de hacer realidad el mayor deseo de Hazel - conocer a su escritor favorito -, cruzarán juntos el Atlántico para vivir una aventura contrarreloj, tan catártica como desgarradora. Destino: Amsterdam, el lugar donde reside el enigmático y malhumorado escritor, la única persona que tal vez pueda ayudarles a ordenar las piezas del enorme puzle del que forman parte.

Me hice con éste libro porque estaba de oferta y porque no había leído ni una sola crítica negativa. Sin embargo no puedo decir que me haya gustado, explicaré mis motivos:

En primer lugar, he encontrado una narrativa correcta con alguna que otra frase que pretende ser ingeniosa pero que no me caló especialmente. También hay otras que pretenden ser profundas, sorprenderte y hacerte reflexionar, pero todo esto para mí no fue suficiente. ¿Por qué? pues porque, como me temía, encontré una historia sumamente triste y más bien desalentadora de dos jóvenes que tienen que sobrevivir a la grave enfermedad que los atenaza y son pocas las esperanzas de vida que tienen. 

Por otro lado, lo que es la trama en general, no me pareció muy trabajada. Simplemente, una sucesión de un puñado de circunstancias personales que se nos van narrando, situadas en el momento actual de sus vidas. Quiero decir, que todo se desarrolla en un relativamente corto espacio de tiempo.

Una de las circunstancias que se nos narra, que es su viaje a Amsterdam para conocer a un escritor que admiran, y que esperaba que le diera vidilla al asunto, pasó y se resolvió, más bien, sin pena ni gloria para mi gusto. 

De hecho, cuando pensamos que este tema va a quedar más bien en el aire, el susodicho escritor hace su reaparición "estelar" hacia el final del libro, aquí pensé que algo trascendental iba a ocurrir con su reaparición en escena, pero todo quedó de nuevo "en agua de borrajas". Osea, que no encontré grandes puntos fuertes en la historia que me impactaran, si obviamos, claro está, el tema de la enfermedad y de cómo la afrontan día a día. 

Por lo tanto es una historia que no recomendaría a todos aquellos que tengan cerca un familiar o amigo que padezca esta terrible enfermedad. Que, desgraciadamente, supongo que seremos la mayoría, porque me parece que sentirán que están echando sal en sus heridas.

Mi puntuación es: