Ready Player One.

Estamos en el año 2044 y, como el resto de la humanidad, Wade Watts prefiere mil veces el videojuego de OASIS al cada vez más sombrío mundo real. Se asegura que esconde las diabólicas piezas de un rompecabezas cuya resolución conduce a una fortuna incalculable. Las claves del enigma están basadas en la cultura de finales del siglo XX y, durante años, millones de humanos han intentado dar con ellas, sin éxito. De repente, Wade logra resolver el primer rompecabezas del premio, y, a partir de ese momento, debe competir contra miles de jugadores para conseguir el trofeo. La única forma de sobrevivir es ganar; pero para hacerlo tendrá que abandonar su existencia virtual y enfrentarse a la vida y al amor en el mundo real, del que siempre ha intentado escapar.




La novela que os traigo hoy, resulta entretenida y se lee fácilmente, algo que a día de hoy todavía me estoy preguntando cómo es posible, ya que la trama debería haber resultado pesada y repetitiva, pues, básicamente, encontramos a nuestro protagonista intentando avanzar y superar niveles en un juego virtual y también intentado esquivara sus enemigos en la vida real, aunque más bien se limita a esconderse, así que por este lado tampoco tenemos demasiada emoción y acción que digamos.

Bien, considero que el libro se lee tan fácilmente, pese a lo que acabo de decir, por dos motivos: la pericia del autor para desenvolverse dentro de una trama que, si hubiera carecido de ella, se hubiera tornado pesada, aburrida y rollera, pero gracias a su estilo la torna ligera y asequible. Aunque algunas páginas, de vez en cuando, sí me iban sobrando a la hora de describirme cómo iba a superar tal o cual nivel dentro del juego.

El otro punto a su favor, considero que es nuestro protagonista principal que está bastante bien trabajado y nos resulta muy cercano, así que queremos saber qué va a suceder finalmente con él y nos dejamos llevar por inercia y curiosidad.
Los secundarios también resultan ser un buen aderezo para la historia, ayudando a darle más vidilla y entretenimiento. Aunque no están demasiado presentes en la trama, el equilibrio entre ellos y nuestro protagonista, a este respecto, se decanta bastante más hacia el lado de este último.

También puede sumar un punto más a su favor la novela, si cae en manos de algún nostálgico de los ochenta ( me refiero a que si no habéis vivido aquella época difícilmente os sentiréis identificados con las numerosas referencias que se hacen al respecto). Yo, como sí la viví, encontré buenos detalles en ellas ya que me recordaban a distintos momentos de mi infancia.

Por todo lo demás, y después de explicaros los que considero son los mejores aspectos del libro, no sé si es un libro para cualquier persona. Bueno, más bien no, ya que, como he dicho al principio, básicamente acompañaremos a nuestro prota en su odisea particular intentado superar niveles y niveles dentro del juego, así que si esto ya de entrada no os resulta atractivo, no sé si el libro os puede llegar a gustar.

Personalmente, a mí no me ha desagradado por lo que he dicho de que se lee muy fácilmente y es entretenido, pero sí he echado en falta que cobrara más protagonismo, en la trama, la parte realista y toda la situación catastrófica y casi apocalíptica a la que se enfrenta la sociedad.

Mi puntuación es:

6.5/10